Cuando ya tienes estructurados los capítulos a través de los personajes o los lugares, debes plantearte si la estructura de la trama que has elegido es la más adecuada.
Existen diferentes clasificaciones de la trama:
1- Trama simple: donde los sucesos se entrelazan de forma cronológica. No cuentas el tiempo como acontece, sino que tienes que seleccionar los momentos de mayor interés. Un ejemplo es "La busca", de Pío Baroja.
2- Trama compuesta: donde muestras varios hilos narrativos diferenciados, pero todos ellos de un mismo conflicto social. Entrecruzas varias historias diferenciadas, pero encaminadas a un único fin. Ejemplo: "Son de mar", de Manuel Vicent.
3- Trama convergente: estableces la trama por el conjunto de los acontecimientos. Los capítulos no son secuenciales. Parecen aleatorios, pero verdaderamente hay una estructura sólida que hace que converjan en un punto central. Ejemplo: "La Regenta", de Leopoldo Alas 'Clarín'.
Las novelas varían según el tratamiento que le das a la trama relacionado con el contenido de cinco grandes grupos:
1) Novela de acción, suspense o policíaca. Es importante que mantengas el suspense hasta el último capítulo. Es conveniente que tu lector se sorprende a medida que se resuelven conflictos menores en los diferentes capítulos. Ejemplo: "El alquimista impaciente", de Lorenzo Silva.
2) Novela de personaje. Puede incluir la novela romántica o la novela psicológica. Toda tu novela gira en torno a tus protagonistas y puede centrarse en momentos puntuales en los secundarios. Ejemplo: "La plaza de los diamantes", de Mercé Rodoreda, o "El manuscrito carmesí", de Antonio Gala.
3) La novela histórica o social. Puede incluir la novela de costumbres. Se relaciona el personaje con la sociología del momento. Lo más importante es la relación del personaje con el momento histórico. Algunas veces describe una reivindicación social histórica. Algunas veces una reivindicación social frente a la injusticia. Ejemplo: "La voz dormida", de Dulce Chacón, o "Requiem por un campesino español", de Sender.
4) Novela fantástica. La sitúas en un mundo ficticio. También incluye la ciencia ficción. Ejemplo: "El Señor de los Anillos", de Tolkien.
5) Novela de humor. A través de la parodia plasmas situaciones ridículas, normalmente con un trasfondo trágico- cómico, como el caso de "Wilt", de Tom Sharpe.