Como escritor, buscas en aquello que te rodea historias para convertir en literatura.
Son muchas las historias que puedes narrar, pero solo una será la elegida. En ese proceso de búsqueda es muy frecuente empezar por escribir diversas historias diferentes y continuar escribiendo solamente una de las iniciadas.
También puede ocurrir que tengas muy claro lo que quieres contar y lo narres desde el primer momento, si bien no suele ser lo más habitual.
Como ya hemos dicho, tener claro qué contar pasa por tener una historia que contar: es el primer requisito que debes tener como escritor.
Por otra parte, sin historia no hay nada. La respuesta a la pregunta es clara: puedes partir de lo que se quiere crear. Puedes contar cualquier historia, no hay reglas ni normas, pero sí tienes que tener una historia o una idea, no puedes divagar sobre el papel.
Supongamos ahora que tienes varias historias que contar, tienes que elegir una de entre ellas, y ahí es donde va a influir de forma decisiva tu intuición. Una intuición que te lleva a escoger una historia y a desechar las otras.
En cuanto al uso de la voz, con saber qué vas a narrar no basta, no es suficiente con que tengas una idea para llevar al papel, aunque este sea un requisito indispensable tienes que saber cómo contar esa historia que te ronda en la cabeza.
Lo que te originará, con toda probabilidad, muchas más dudas y problemas que una idea o la historia en sí.
En este aspecto tendrá una importancia decisiva tu intuición, quete guiará en el proceso de búsqueda. Un proceso que requerirá su tiempo, pues hasta que encuentres la voz adecuada en la que te sientas más cómodo, pasará algún tiempo.
Por otro lado, todos los escritores comparten el miedo a la "no creación". Cuando no consigues escribir eres víctima del conocido como bloqueo. Pero no puedes quedarte parado ante este temor, no puedes quedarte parado sin escribir una letra, pues el bloqueo no se combate así sino haciendo todo lo contrario: escribiendo a pesar de todo.
Debes perder el miedo mientras estás escribiendo, consciente de que ya habrá tiempo de corregir.
Además, cuando estás escribiendo una obra no debes pensar en que el libro al que estás dando forma será un best seller o que te dará reconocimiento, porque solo conseguirás potenciar la parte crítica capaz de contarle las alas.
De este modo, teniendo en cuentas estas pautas ya será posible que te animes a escribir siempre, a pesar del miedo que te produzca la llamada "hoja en blanco".